En esta primera edición de la sección haremos recordación la memoria del León de Tarazá: el señor Teniente coronel Jaime Fajardo Cifuentes (q.e.p.d.).El oficial del arma de Infantería, era oriundo de Chía, Cundinamarca, casado con Irma de Cifuentes y padre de tres hijos menores para la fecha de su muerte. Ingresó a las filas del Ejército a comienzos de los años setenta, y ya había comandado el Batallón de infantería No 10 General Rafael Reyes en Cimitarra (Santander), donde también había enfrentado fuertemente a los terroristas del ELN. Fajardo había asumido el mando del Batallón Girardot con sede en Medellín en julio de 1989.
Antecedentes: La Toma de la base militar de Tarazá fue un ataque perpetrado por la entonces Coordinadora Guerrillera Simón Bolívar, coordinado con frentes de las FARC y ELN, el 10 de noviembre de 1990 contra el puesto de mando del Batallón Girardot del Ejército Nacional ubicado en Magdalena Medio Antioqueño.
El ataque que también fue lanzado de manera simultánea contra las estaciones de la Policía de Cáceres y Tarazá , cuyo saldo final fue la muerte de 10 uniformados, pero la reacción oportuna de la fuerza pública impidió que todas las posiciones fueran copadas y forzó el repliegue de los terroristas que sufrieron pérdidas. Como uno de los elementos distractores previos, los guerrilleros prepararon dos columnas de 50 bandidos cada una, estos atacarían los puestos de policía de Tarazá y Cáceres, mientras para el asalto del puesto de mando del ejército se acumulaba una fuerza de 300 guerrilleros, de antemano ellos sabían que los militares no les serían presa fácil..
El ataque terrorista sucedió un mes antes de las elecciones que se celebrarían con motivo a la convocatoria de la Asamblea Nacional Constituyente en diciembre de 1990. El 9 de diciembre de 1990, estaba previsto que se realizaran los comicios para la Asamblea Nacional constituyente, que se tendría por meta redactar una nueva carta política que reemplazaría la de 1886, vigente a la fecha. Conscientes de la oportunidad que esta convocatoria democrática representaba para cambiar el escenario político del país, las FARC-EP trataron de arrancarle al gobierno garantías para participar en las elecciones, pero lo hicieron como ha sido su costumbre, arreciando su accionar cruel contra la población a la que han dicho defender y ser el motivo de su lucha armada a lo largo y ancho del país.
En efecto, a partir de septiembre de 1990 intensificaron su accionar terrorista en asocio con el ELN, gel otro grupo subversivo con la cual integraban la Coordinadora Guerrillera Simón Bolívar desde 1987 (a la que también perteneció el M-19); uno de estos ataques, y quizás tal vez el de mayor recordación por sus resultados, tuvo por objetivo la base militar de Tarazá. mientras que por otro lado, la lucha contra el narcotráfico y el terrorismo del Cartel de Medellín a la cabeza del tristemente recordado Pablo Emilio Escobar Gaviria, concentraban toda la atención de la fuerza pública en el país, pero en especial en el departamento de Antioquia, para el segundo semestre de 1990. Las tropas de la IV Brigada se habían visto forzadas a desplegar miles de hombres en las calles de Medellín y concentrar sus esfuerzos en neutralizar a los narcoterroristas, fue una época de constantes atentados con carro bomba y asesinato selectivo de policías.
Los trágicos hecho: En la madrugada del sábado 10 de noviembre de 1990, algo más de 400 guerrilleros de las Farc y el ELN, intentaron tomarse por asalto el puesto de mando del Batallón de Infantería N°10 Girardot en uno de los cerros que rodean el municipio de Tarazá en el Bajo Cauca antioqueño. El asalto sobre la base comenzó poco después de las 3:00 am, con el lanzamiento de una seguidilla de fuego de morteros y cohetes contra los dormitorios de la base, y la incursión del primer escalón de asalto.
La compañía A con unos 80 uniformados, al mando del teniente Germán López Cortés, reaccionó de inmediato ubicándose en sus puestos de defensa para repeler el asalto. El coronel Jaime Fajardo Cifuentes, comandante del Batallón Girardot, quien se encontraba ya desde hacía varios días en las instalaciones de la base, asumió la defensa del puesto bajo su mando.El ataque terrorista fue impetuoso y desmedido, con el asalto de más de 300 guerrilleros en primera línea, ya había pasado una hora desde el inicio del ataque, cerca de las 4:00 am. El fuego de morteros, lanzacohetes M-72, y fusiles de todos los calibres (AK-47, Galil, FAL y M-16) se dirigió contra las unidades que se parapetaron en los corredores de los cambuches (dormitorios) y las trincheras que rodeaban la plaza de armas de la base militar atacada. los terroristas intentaron forzar la rendición de los soldados, invitándolos a entregar la base a cambio del perdón de sus vidas, pero los valientes militares antes de contestar, les devolvieron con más intensidad el fuego.
A eso de las 4:30 am, una de las granadas lanzadas por los insurgentes hizo estallar el tanque de combustible para helicópteros, que estaba empotrado sobre una rampa a pocos metros del helipuerto. El caos fue mayúsculo cuando se inició el voraz incendio que para mala suerte de los militares ilumino el lugar permitiéndole a los guerrilleros ubicarlos de mejor maneral luego después, los guerrilleros lograron ubicarse a unos 50 metros de las posiciones militares, amenazando con copar la base. En este momento de peligro supremo, el valiente comandante Jaime Fajardo Cifuentes que en ese momento se hallaba en el puesto de comunicaciones dirigiendo personalmente la defensa, decidió lanzarse bajo fuego enemigo a una de las trincheras de la plaza de armas, para así de esta manera poder dirigir a sus tropas desde la primera línea de combate.
Su arrojo y valentía permitió recobrar la mística de los héroes de la entonces base militar atacada, quienes, con el ejemplo de su comandante, sacaron desde sus adentros la voluntad para contrarrestar el feroz ataque: su lealtad a la Patria y honor a sus hombres fue tanta que los cielos le concedieron una constelación de gloria a tan valientes hombres. Fue en ese momento cuando estaba por ganar otra trinchera, donde lo esperaban varios soldados, fue asesinado muerto de un tiro en la cabeza. Eran las 5:00 de la mañana cuando sin rendirse, combatiendo hasta su último suspiro, cayó bajo el fuego enemigo EL LEÓN DE TARAZA.
Sin embargo, después de las 7:00 am, los guerrilleros se replegaron hacia el río y las montañas aledañas sin haber podido tomar el puesto de mando. En las trincheras quedaron los cadáveres de 30 héroes, valientes soldados que combatieron sin cesar hasta el final de su vida. Lo que quizás se había planeado como un espectacular golpe de mano, se convirtió en un fracaso para la subversión. Los valientes guerreros, defensores de Tarazá, habían luchado como leones, y el triunfo fue su recompensa.
HONOR Y GLORIA A LOS CAÍDOS:
Al lado del teniente coronel Jaime Fajardo Cifuentes murieron combatiendo hasta agotar el último aliento, el teniente German López Cortes y los soldados Jaime Escobar Mejía, Alexander Ortega Betancourt, Juan Carlos Serna Posada, Nelson Quintero González, Jorge Eliecer Restrepo Estrada, Carlos Arroyave Cuenca y Luis Alfonso Muñoz Sánchez.
Hoy al cumplirse ya casi 34 años de esa fatídica fecha para el Ejército nacional, el Batallón Girardot, el Departamento de Antioquia y en especial para la familia del Oficial en comento, Rendimos un homenaje a la memoria, vida y obra del Señor teniente coronel JAIME FAJARDO CIFUENTES, “EL LEÓN DE TARAZÁ” (Q.E.P.D.) héroe de la patria que hoy como los tantos militares y Policías de colombia asesinados por los terroristas en este largo conflicto armado que ha vivido colombia por más de 60 años de historia, hacen parte del ejército celestial.principal protagonista de esta historia de hoy, una historia real, un ejemplo de lealtad y valor, una como los miles que podemos contar en la historia de nuestro glorioso Ejercito Nacional de Colombia. Así mismo rindo homenaje a los héroes del curso militar , que con mucho orgullo y honor lleva el nombre de este gran héroe de la patria, a los caídos honor y gloria, Dios los ha recibido en el cielo como sus soldados, Paz en sus tumbas.
Así entregaron sus vidas los héroes de Tarazá, hijos de una Colombia indolente y cruel. Ruego a Dios para que todos seamos dignos de su gran sacrificio.
Agradecimientos: Por su atención y colaboración a los Señores My. INF. Javier Suarez Galindo y Capitán ING. Johan Pineda Acevedo , Ejecutivo y 2° Comandante Batallón de Infantería No 10 Cr. Atanasio Girardot y Ayudante del Comando de la séptima División respectivamente
Por Silverio José Herrera Caraballo
Abogado, Asesor, consultor en seguridad, convivencia ciudadana y orden público.
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