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COLOMBIA EN EL GOBIERNO DEL CAMBIO POTENCIA MUNDIAL DE LA MUERTE

COLOMBIA EN EL GOBIERNO DEL CAMBIO  POTENCIA MUNDIAL DE LA MUERTE

El reciente informe del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) revela una alarmante realidad: la situación humanitaria en Colombia ha alcanzado su punto más crítico desde la firma del acuerdo de paz con las FARC en 2016. Durante 2024, se registró un incremento del 89% en el número de víctimas por artefactos explosivos en comparación con el año anterior, afectando principalmente a regiones como Cauca, Valle del Cauca, Nariño, Antioquia y Bolívar. Además, se documentaron 41.228 desplazamientos forzados en eventos colectivos y 252 casos de desaparición forzada.

 

Lorenzo Caraffi, jefe de la delegación del CICR en Colombia, enfatiza que el país no se encuentra en una etapa de posconflicto, sino que enfrenta múltiples conflictos armados no internacionales. Caraffi señala que, a pesar de iniciativas como la "paz total" del gobierno actual, la violencia persiste y las comunidades continúan sufriendo las consecuencias de estos conflictos.

 

Human Rights Watch también critica la estrategia de "paz total" implementada por el presidente Gustavo Petro. Según su informe anual de 2025, grupos armados como el Clan del Golfo, el ELN y las disidencias de las FARC han expandido su presencia territorial, incrementando los abusos contra la población civil. Para junio de 2024, el Clan del Golfo operaba en 392 municipios, el ELN en 232 y las disidencias de las FARC en 299, representando aumentos significativos respecto a 2022.

 

Las zonas más afectadas por el conflicto incluyen:

 

1. Cauca: Es una de las regiones más golpeadas por el conflicto armado. Aquí operan disidencias de las FARC, el ELN y otros grupos que se disputan las rutas del narcotráfico y el control de los territorios indígenas y campesinos.

 

2. Nariño: La violencia ha aumentado debido a la lucha entre disidencias y el Clan del Golfo por el control de las rutas del Pacífico, lo que ha generado desplazamientos masivos y una crisis humanitaria.

 

 

3. Arauca: Enfrenta una guerra abierta entre el ELN y las disidencias de las FARC, lo que ha causado un incremento en los homicidios selectivos y los atentados contra la población civil.

 

4. Antioquia y el Bajo Cauca: La presencia del Clan del Golfo y de otros grupos armados ha generado enfrentamientos constantes, extorsión y reclutamiento forzado de jóvenes.

 

5. Catatumbo (Norte de Santander): La región sigue siendo epicentro de enfrentamientos entre el ELN, las disidencias y grupos de narcotráfico, con altos niveles de violencia contra líderes sociales y la población en general.

 

Estas cifras evidencian que, lejos de avanzar hacia la paz, Colombia enfrenta una realidad donde la violencia y el control territorial por parte de grupos armados ilegales se han intensificado. La estrategia gubernamental, aunque ambiciosa en su discurso, no ha logrado traducirse en mejoras concretas para las comunidades afectadas. Es imperativo que el gobierno reevalúe su enfoque y adopte medidas efectivas que garanticen la seguridad y el bienestar de la población colombiana.


Columna de Opinión

Silverio Jose Herrera Caraballo

Abogado, comunicador, asesor, consultor, analista e investigador en seguridad, convivencia ciudadana y orden público.

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