Escandalo: La Dirección Nacional de Inteligencia tuvo escondido alias "Mocho Olmedo" Jefe Disidente de las FARC

Bogotá, Colombia - 27 de mayo de 2025 – La reciente revelación realizada por la Unidad Investigativa de Noticias Caracol, sobre la extraña "custodia" de Willington Henao Gutiérrez, alias "El Mocho Olmedo," segundo al mando del Frente 33 de las disidencias de las FARC, por parte de la Dirección Nacional de Inteligencia (DNI) durante 55 días en un hotel de Bogotá, destapa una grave crisis de transparencia y un preocupante desafío a la institucionalidad judicial en el marco de la política de "Paz Total" del gobierno actual.

Este escándalo no solo genera incomodidad en el gobierno de Estados Unidos, sino que pone en tela de juicio la solidez del Estado de derecho colombiano y la verdadera naturaleza de las negociaciones de paz.

La inusual situación de "El Mocho Olmedo," quien de ser un objetivo de extradición por narcotráfico y lavado de activos pasó a ser delegado de paz y luego fue "rescatado" por la fuerza pública para ser ocultado por la DNI, es un capítulo que bordea lo inverosímil. La decisión de la Dirección de Inteligencia, con el presunto aval de la Fiscal General Luz Adriana Camargo y a solicitud del Alto Comisionado para la Paz, Otty Patiño, de sustraer a un extraditable de la custodia legal en una cárcel y ocultarlo en un lugar desconocido, evade deliberadamente los protocolos judiciales y las obligaciones internacionales de Colombia.

Lo más alarmante es el descubrimiento de esta irregularidad por parte de la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia, que se vio obligada a exigir explicaciones a la Fiscalía tras percatarse de que "El Mocho Olmedo" no se encontraba en el pabellón de extraditables de La Picota, como correspondía por ley. La respuesta de la Fiscal Camargo, admitiendo desconocer el paradero del extraditable y achacando la decisión a la DNI por "motivos de seguridad," es inaceptable y proyecta una imagen de descontrol institucional y subordinación de la justicia a intereses políticos o de inteligencia.

El conjuez de la Corte Suprema de Justicia, Jesús Albeiro Yepes, ex fiscal antimafia, no dudó en calificar este episodio como uno de los momentos "más oscuros, más inciertos y peligrosos" en la lucha contra la delincuencia en Colombia. Sus palabras resuenan con fuerza: "Bajo la excusa de una política de paz total Colombia viene viviendo una verdadera política de criminalidad total." Esta contundente afirmación pone de manifiesto la preocupación de sectores judiciales ante la posibilidad de que la búsqueda de la paz esté comprometiendo principios fundamentales de legalidad y justicia.

La opacidad en el manejo de este caso, con "El Mocho Olmedo" desaparecido del radar judicial durante 55 días, suscita serias preguntas: ¿Quién garantizaba su custodia? ¿Qué actividades realizó durante este período? La DNI, cuya función principal es la seguridad nacional y la recolección de inteligencia estratégica, claramente excedió sus competencias al "proteger" a un extraditable. La negación de la DNI a informar a la Corte Suprema de Justicia sobre la ubicación del detenido es una afrenta directa a la majestad de la justicia y un precedente extremadamente peligroso.

Este episodio con "El Mocho Olmedo" genera una profunda desconfianza en la capacidad del gobierno para llevar a cabo una "Paz Total" con pleno respeto por el Estado de derecho. Si la búsqueda de acuerdos políticos implica la omisión de responsabilidades judiciales y la protección de criminales solicitados por la justicia internacional, ¿cuál es el mensaje que se envía a la comunidad internacional y a la ciudadanía colombiana? La prioridad debe ser la garantía de la justicia y la no impunidad, pilares irrenunciables para cualquier proceso de paz genuino y sostenible. Nota: "Escandalo: La Dirección Nacional de Inteligencia tuvo escondido alias "Mocho Olmedo" Jefe Disidente de las FARC".

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LA REACCIÓN PRENSA