Georg Wilhelm Friedrich Hegel, nacido en Stuttgart, el 27 de agosto de 1770 y desceso en Berlín, el 14 de noviembre de 1831, fue un filósofo alemán reconocido por ser el padre del idealismo y de la filosofia moderna. La manera culmine de toda una corriente filosofica que inicio con la extrema emancipación de la razón hasta lograr una libertad absoluta, fueron el sustento de la teoria moderna, desembocando luego, en corrientes materialistas.
Con la llega del antropocentrismo moderno, la avanzada nominalista y las reflexiones filosóficas entorno al sujeto, es claro que las vertientes del pensamiento tomarían diferentes formas de explicar la realidad; no sería la metafísica el interrogante principal o aspecto a cuestionar, sino antes bien la busqueda de un método que permita evidenciar una teoría del conocimiento. Por lo tanto ya no debuta la ontología como teoría del ser, sino ahora sera la epistemología, es decir un conocimiento más estructurado o unitario, desprendiéndose de todo elemento universal.
Primero con Descartes mediante la duda metódica se busca interrogar la realidad, para ello tomara el Yo pensante, quien se pregunta por su misma realidad, decantándose por un sistema absolutamente subjetivo, donde la razón toma un aspecto central del intelectualismo, casi que en forma mecánica. Ahora bien, esta posición tendrá su contra parte, quien para los empiristas la realidad es desconocida, es decir, el mundo exterior y por lo tanto solo las impresiones o los sentidos podrán develarnos aquellos aspectos diferenciadores.
En el filosofo Immanuel Kant encontramos la concepción de la libertad radical, tal como lo comenta Taylor, C. (1983)."… de una división de mí mismo entre razón y sensibilidad, más radical que nada que hubiese pensado la material y utilitaria Ilustración, y por tanto una separación de la naturaleza externa, de cuyas leyes causales el hombre libre debe ser radicalmente independiente, aun cuando fenomenológicamente su conducta parezca conformarse a ellas. El sujeto radicalmente libre era arrojado de vuelta a sí mismo, y al parecer su ego, en oposición a la naturaleza y la autoridad externa". Es particular como esta tesis liberal fue directamente proporcional con el evento de la revolución francesa de 1789 y su consecuente terror jacobino, que termino por decapitar a mas de ochocientas personas diarias, aspectos históricos rechazado por múltiples sectores.
Es así como aparece el movimiento Sturm und Drang previo al romanticismo alemán, Goethe, Fichte, Shelling, Schlegel, Holderlin, Novalis y Schleiermacher, orientado hacia la expresividad, al retorno del hombre natural griego. Estos grandes del pensamiento rechazaron la modernidad, así como la mal denominada “Ilustración”, en donde buscaban establecer la cultura humana, ese cariz pasional de una mente creativa, del lenguaje poético y literato que emana del Volksgeist (Espíritu del Pueblo) por encima de todo exceso de racionalidad, así como del rechazo de esa libertad radical que menoscaba la vida en comunidad.
Dicho movimiento aunque infuencio a Hegel en cierta forma, no es menos cierto que su filosofía intentaria superar ese romanticismo. Cabe señalar que, un aspecto elemental es la concepción espiritual como principio subyacente en la naturaleza, buscando esa unidad integral con el universo originaria del sujeto cósmico en consonancia con la infinitud. En un proceso de autoconocimiento consciente, de realización heterogénea, que le permita buscar una identidad de unión con la fuerza creadora del pensamiento y su resonancia con el espíritu universal.
La síntesis de Hegel, para quien la razón como pensamiento esencial de la libertad auto determinante se logra con la unidad de la naturaleza en una intuición pura, en el YO infinitamente creador de una expresión externa y del abandono de Dios en el mundo, en parte por los acontecimientos históricos de la modernidad. Conllevo a que este gran filosofo no se estancara con la nostalgia del romanticismo y su búsqueda del espíritu en extrema subjetividad, fuese en la propia visión de la racionalidad de lo real.
Un elemento particular de Hegel es que logra concebir la libertad no solo como influjo infinito, sino como aspecto de ordenación de la razón finita, en un circulo dialectico que se vuelve en sí mismo. La racionalidad comprende la dicotomía sujeto-objeto, y que esta aparente división, debe existir una unidad, es decir, la identidad de identidad del espíritu absoluto.
Cuando se examina la cuestión más profunda, ya no es una división o una pugna entre lo conocido y quien lo conoce antes bien, estas relaciones de oposición e identidad se ven reflejadas en un transito vinculante en una relación dialéctica, es decir la manera en que la subjetividad libre se compenetra con la naturaleza.
En Hegel la idea del Geist o espíritu cósmico debe ser del sujeto y sus funciones encarnadas en una dimensión de interrelación como ser pensante y expresivo a la racionalidad con que catena dicho proceso, un ser vivo que no solo es una unidad funcional sino un agente de la naturaleza, asegurando así, su continuidad y vivencia con el absoluto en su totalidad.
El aspecto a resaltar de Hegel, es que logra sobrepasar ese aspecto mecanicista de la filosofía cartesiana y al mismo tiempo la concepción romántica del Sturm und Drang, no en un plano meramente especulativo sino de manera íntegra, para ello recurrirá a la dialéctica formada por una tesis (identidad), su negación en la antítesis (negación) y por último en la síntesis (afirmación y diferenciación) que vuelve a recurrir en una forma espiral de la historia y del absoluto, en un plano de relación racional, danto como resultado la máxima expresión del idealismo filosófico.
Me permito señalar que Hegel es quizás uno de los pocos filósofos para quien el estudio de la realidad no puede simplemente observarse como agente externo, sino antes bien como una concatenación del espíritu absoluto, es decir la autorrealización del hombre como ser histórico. Esto solo es plausible bajo el entendimiento de su pertenecía a algo mucho mas grande y cósmico, pero bajo los parámetros de una conciencia de la acción reflexiva, que conlleva por movimiento dialectico, a la formación de todo acontecimiento externo como interno, en donde el sujeto racional se identifica con una razón mayor y transformando a la misma naturaleza, de allí que se precisa señalar que todo lo racional es real y todo lo real es racional.
Bibliografía: Taylor, C. (1983). Hegel y la sociedad moderna. FCE - Fondo de Cultura Económica. (Pp 9-92).
Opinion,
William S. Rojas R.
Analista Político y de Prensa
Estudios en Filosofía, UNAD.
Director General de La Reacción
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