CRÓNICA ESPECIAL: EL AMOR QUE UNIÓ A DOS CORAZONES POLICIALES

El majestuoso altar de la Catedral San Francisco de Asís, en Sincelejo, fue testigo la tarde del 17 de octubre de una unión que trasciende lo terrenal y se eleva a lo divino. En ese templo, símbolo de fe y esperanza para los sucreños, se selló el matrimonio entre el señor Teniente Coronel Éder Steven Muñoz García, oriundo de La Dorada, Caldas, y la patrullera Margarita Rosa Medina Flórez, hija del cálido y querido corregimiento de Chochó, en el corazón de Sucre.

No fue solo una ceremonia nupcial. Fue la confirmación de que el amor verdadero no conoce distancias, grados ni jerarquías, y que cuando dos almas se encuentran en el camino del servicio, es Dios quien guía su destino. En ellos se funden dos sentimientos profundos: el amor sublime entre un hombre y una mujer, y el amor inquebrantable por la Policía Nacional de Colombia, institución a la que ambos han entregado su vida, su vocación y su fe.

El Teniente Coronel Éder Muñoz llegó hace más de un año al Departamento de Policía Sucre, donde ha ocupado con compromiso y excelencia cargos como segundo comandante y actual comandante operativo. Su entrega y liderazgo le han granjeado el respeto y admiración de sus compañeros, subalternos y superiores. Quienes lo conocen saben que detrás del uniforme hay un hombre íntegro, sereno y de profunda convicción.

Por su parte, Margarita Rosa, ejemplo de entrega y temple femenino, representa la esencia de la mujer policial: fuerte en el deber, pero noble y sensible en el corazón. Su origen en tierras sucreñas la dota de ese calor humano que caracteriza a la gente de esta región: sencilla, alegre y fiel a sus raíces.

Hoy, ambos sellan su unión ante Dios bajo las palabras eternas del Evangelio según Marcos 10, 8-9: “Y los dos serán una sola carne; de manera que ya no son dos, sino uno solo. Por tanto, lo que Dios unió, no lo separe el hombre.” Una promesa sagrada que reafirma que el amor verdadero es aquel que construye, que se respeta y que se protege día a día.

Finalizada la ceremonia nupcial, la pareja convocó a una recepción íntima y elegante, donde ofrecieron un exquisito ágape en el Parque Ecoturístico “Entre Nubes”, en la vía que de Sincelejo conduce a Chochó. En medio de un ambiente natural, rodeados de afecto y serenidad, compartieron su felicidad con un selecto grupo de invitados que acompañó con alegría este momento único en sus vidas.

En un mundo donde los uniformes muchas veces simbolizan sacrificio, riesgo y soledad, esta boda nos recuerda que también hay espacio para la ternura, la fe y la esperanza. Que los hombres y mujeres de nuestra Policía Nacional no solo defienden la vida, sino que también viven y sienten con el corazón.

El lema que guía a la institución, “Dios y Patria”, hoy adquiere un nuevo significado con esta unión bendecida: “Dios, Patria… Familia y Hogar.” Porque detrás de cada uniforme hay un ser humano que ama, que sueña, y que merece formar su propio refugio de paz.

Desde esta casa editorial, extendemos una afectuosa felicitación al Teniente Coronel Éder Steven Muñoz García y a la patrullera Margarita Rosa Medina Flórez. Les deseamos una vida colmada de bendiciones, respeto mutuo, crecimiento espiritual y éxitos compartidos. Que cada amanecer sea testimonio de su amor y que su hogar sea siempre un faro de fe, unión y esperanza.

Hoy, la Catedral San Francisco de Asís no solo fue testigo de una promesa, sino del nacimiento de una familia que honra a Dios y a la patria con el mismo fervor con el que visten su uniforme. Porque cuando el amor es verdadero, rompe barreras, une corazones y multiplica la fuerza de servir.

NOTA DE OPINIÓN

SILVERIO HERRERA C

LA REACCIÓN PRENSA