top of page
Logo de la reaccion prensa

DÍA DEL VETERANO EL LEGADO VIVO DE LA PATRIA

Día del veterano en Colombia

Cada 10 de octubre, Colombia rinde homenaje a quienes un día vistieron con orgullo el uniforme de la Patria: hombres y mujeres que, desde las filas del Ejército, la Armada, la Fuerza Aérea y la Policía Nacional, entregaron su juventud, su fuerza y, en muchos casos, su vida al servicio del país. El Día del Veterano no es solo una fecha simbólica; es la reafirmación de un compromiso histórico, moral y social con quienes defendieron la soberanía, el orden y la paz. Gracias a la Ley 1979 de 2019, los veteranos de la Fuerza Pública son hoy visibles ante el país y el mundo, no como figuras anónimas del pasado, sino como protagonistas del presente y constructores del futuro.


Ser veterano en Colombia es portar una medalla invisible en el alma. Es haber conocido la dureza del deber y el honor del servicio. Es haber marchado bajo el sol ardiente de la selva, el frío implacable de la montaña o el calor de las ciudades, sin otra recompensa que la satisfacción del deber cumplido. Pero también es ser parte de una gran familia extendida, una hermandad que trasciende el tiempo y el uniforme. Por ello, el Día del Veterano representa una oportunidad invaluable para recordar que la Patria vive gracias al sacrificio de sus soldados, marinos, pilotos y policías.


Hoy, la Nación los reconoce no solo por lo que hicieron, sino por lo que siguen siendo: líderes naturales, ciudadanos comprometidos, guardianes de los valores institucionales y ejemplo de disciplina, lealtad y servicio. Los veteranos de la Fuerza Pública son una reserva moral del país, una fuerza viva que aún tiene mucho que aportar. En tiempos de incertidumbre, su voz se levanta como guía y su ejemplo se convierte en brújula para las nuevas generaciones.


Es tiempo, pues, de fortalecer los lazos entre veteranos y reservas, de dejar atrás divisiones y protagonismos personales, y de unirse bajo un solo objetivo común: la defensa del legado institucional y la construcción de una Colombia más segura y solidaria. Así como un día marcharon bajo una misma bandera, hoy deben caminar unidos en torno a un propósito superior: el bienestar colectivo, la memoria histórica y la participación activa en la vida civil y política del país.


El año 2026 se vislumbra como un punto de partida crucial. La coyuntura nacional demanda de los veteranos un paso al frente, no ya con las armas, sino con las ideas, la experiencia y la convicción. En un momento en que el país atraviesa desafíos en materia de seguridad, soberanía, justicia y cohesión social, es indispensable que quienes alguna vez defendieron la Nación desde los cuarteles y las bases, hoy la defiendan desde los escenarios de la democracia.


Ya antes hubo veteranos en la política, pero ahora la historia exige más. El conocimiento que poseen sobre seguridad, orden público, derechos humanos y liderazgo no puede seguir confinado a los recuerdos del servicio; debe proyectarse hacia la toma de decisiones y la orientación de políticas públicas que devuelvan al país la estabilidad que tanto necesita. Colombia requiere servidores públicos con sentido de patria, valores firmes y profundo amor por el deber. Y no hay mejores candidatos para ello que quienes un día juraron lealtad al tricolor nacional.


El veterano colombiano no busca privilegios ni honores inmerecidos. Busca respeto, oportunidades y participación. Busca ser escuchado, ser tenido en cuenta y ser parte del diálogo nacional sobre el futuro de la Nación. Su experiencia no es pasado; es presente útil y futuro posible. Por eso, es vital que el país, las instituciones y la sociedad civil reconozcan la importancia de este cuerpo de hombres y mujeres que representan la historia viva del servicio público.


Pero el llamado no es solo al reconocimiento. Es también a la unidad. En las reservas y los veteranos debe primar el espíritu de cuerpo, el compañerismo y la solidaridad que siempre los caracterizó. Los tiempos demandan organización, liderazgo colectivo y una visión común. Cada asociación, corporación y grupo de veteranos debe comprender que solo unidos se logra incidir verdaderamente en el devenir nacional. No es momento de dividir esfuerzos, sino de consolidar un frente moral y cívico que defienda los intereses legítimos de quienes dieron tanto por la Patria.


Desde luego, también es fecha para reflexionar sobre las responsabilidades que acompañan ese reconocimiento. Ser veterano implica seguir siendo ejemplo en la vida civil, actuar con rectitud, orientar a las nuevas generaciones y ser portavoz de la disciplina, la honestidad y el amor por Colombia. El uniforme pudo ser colgado en el perchero del recuerdo, pero el espíritu militar, policial y patriótico sigue vivo en cada acción, palabra y decisión de quienes alguna vez sirvieron bajo la bandera nacional.

Hoy, al conmemorar el Día del Veterano, rendimos tributo a ese espíritu inquebrantable. A los héroes anónimos y reconocidos, a los que cayeron en cumplimiento del deber y a los que siguen en pie, luchando desde la vida civil. A todos ellos, gracias por su servicio, entrega y lealtad.


En nombre de una Nación agradecida, elevamos nuestra voz de felicitación a cada hombre y mujer que portó las armas de la República, en el Ejército Nacional, la Armada de Colombia, la Fuerza Aérea Colombiana y la Policía Nacional. Que este día sirva para renovar el compromiso con la Patria, estrechar lazos de hermandad y recordar que, más allá del uniforme, el honor de servir a Colombia es eterno.


¡Feliz Día del Veterano! Honor, Lealtad y Servicio: tres palabras que seguirán marcando el camino de quienes nunca dejaron de amar a su Patria.


Columna de Opinión

SILVERIO HERRERA C

LA REACCIÓN PRENSA

Comentarios


bottom of page