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ENTRE SOMBRAS: LA MENTE CRIMINAL REVELADA

Foto del escritor: La Reacción Prensa La Reacción Prensa

Actualizado: 8 ene 2024


ENTRE SOMBRAS: LA MENTE CRIMINAL REVELADA

El ser humano es un conjunto de multiples orientaciones y entender sus emociones ademas de la resolución y/o capacidad de enfrentar un riesgo particular, es otro detonante para lo cual jamas estaremos preparados. Pero sí podemos hacer un análisis exhaustivo en el que podamos identificar o por lo menos llegar a entender la mente criminal. Sin duda es un tema complejo y multidimensional que involucra factores biológicos, psicológicos y sociales. Analizar cómo piensa un criminal implica adentrarse en las motivaciones y los patrones de pensamiento que pueden llevar a la comisión de delitos. Es importante tener en cuenta que cada individuo es único, y no todos los criminales comparten las mismas características o motivaciones.

 

En el vasto paisaje de la psicología humana, la mente criminal emerge como una parcela oscura y enigmática que ha desconcertado a eruditos y ciudadanos por igual. Desde la genética hasta la sociología, desde la infancia hasta la neurociencia, nos sumergimos en el abismo de las motivaciones y los impulsos que llevan a algunos a cruzar la delgada línea entre la legalidad y la transgresión.

 

Tal como lo definió Edith Aristizabal Diazgranados y José Amar Amar, en su libro La Psicología forense – Estudio de la Mente Criminal: “La conducta criminal depende de una falta de conciencia; por ejemplo, se ha comprobado que algunas personas cometen actos criminales sin tener conocimiento de la ilegalidad o del daño en el que incurren. Según lo planteado por Garmezy, Kimble y Zigler (1996), son personas que no están suficientemente despiertas; el sistema de alerta no es el adecuado y no poseen en el momento de ejecutar la conducta un normal estado de atención. Este anormal estado de atención puede incluir una falla en la conciencia focal, es decir, la persona no es capaz de prestar cuidado deliberado en el momento del hecho (Morris, 1992)”.

 

Por supuesto todo lo descrito es ampliamente debatible y es ligado a la subjetividad en la que interactuamos en todos los campos de trabajo desde la psicología y el derecho, hasta cada una de las labores cotidianas que debe realizar el ser humano. Esa línea tan delgada entre lo “correcto” y lo que “no es correcto”. Sin embargo tambien existe otra delimitación que pone en juicio cada uno de los planteamientos y es: Porqué un individuo en plena consciencia y conocimiento del daño que puede ocacionar, decide efectuar la conducta punible y generar unos resultados irreparables?.

 

Sigue siendo una de muchas preguntas que continúan siendo debatidas por grándes mentes en las academias… Ya luego en otra colúmna hablaremos del dolo y la culpa, entre otros aspectos. Por ahora debemos entrar un poco mas en esas mentes y es preciso orientar nuestra investigación en la voluntad y la motivación ya que son dos aspectos que detonan infinidad de acciones y reacciónes por las que se guia el ser humano para llevar a cabo decisiones que pueden afectarlo como individuo, inclusive a la sociedad misma.

 

Para continuar con este planteamiento debemos definir la Voluntad y la motivación:  Para Hofstatter, Helmuth, Weinert y otros (1982) la motivación; “responde al porqué de la acción, diferente al querer de la acción, que sería la voluntad. Los motivos son disposiciones de la personalidad dotadas de una impronta individual; dicha motivación presenta ciertas características que la hacen llamar como tal, dentro de lo cual se encuentra la incitación, una anticipación de acciones que conducen a un resultado, evaluando las consecuencias, objetivos y utilidad para realizar una valoración cuya tendencia pueden ser la acción”.

 

En ese orden de ideas; la motivación se hace referencia a un aspecto plenamente consciente. Es decir que; existe control del hecho punible; en la voluntad no hay premeditación, simplemente hay decisión y esta puede estar determinada por estados mentales patológicos e influencia psíquica por parte de otra persona, o puede estar en adecuada situación de normalidad, es decir, no verse influida pero tener otra explicación psicológica.

 

La conducta criminal puede ser dirigida por ciertas influencias psíquicas conocidas en el código penal y en el código civil colombianos como fuerza, miedo insuperable, mantenimiento en error, hacer caer en artificios, hacer caer en engaño, abusar de la necesidad, aprovecharse de la pasión o inexperiencia del otro y otros mecanismos con los cuales se induce, promueve, instiga e incita a cometer actos, etc.

 

Aun queda mucho por investigar… hay muchas preguntas aún por responder…

 Comenta si quieres saber un poco mas…


Columna de Opinión

Khalid Velasco

Analista Jurídico

Gerente general de Avanti Abogados SAS

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