HÉROES EN LA MEMORIA: 30 AÑOS DESPUÉS, SIGUEN VIVOS EN EL CORAZÓN DE LA PATRIA
- Silverio Jose Herrera Caraballo
- 22 ago
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Treinta años después, la memoria de los hombres del Batallón de Infantería de Marina No. 5, hoy No. 14, que entregaron su vida en El Salado, Bolívar, sigue viva como ejemplo de valor y compromiso con Colombia.

El tiempo pasa, pero la memoria se mantiene firme cuando se trata de recordar a quienes entregaron su vida por Colombia. Este 28 de agosto próximo se cumplen 30 años de uno de los hechos más dolorosos y a la vez heroicos de nuestra historia militar en la costa caribe colombiana y, en especial, de la historia del conflicto en El Salado, Bolívar, donde valientes hombres del entonces Batallón de Infantería de Marina No. 5 (hoy No. 14) fueron asesinados por las FARC mientras cumplían una operación de extracción humanitaria en favor de un ganadero amenazado por la violencia guerrillera.
Los héroes caídos fueron quien entonces fungía como comandante del Batallón de Infantería de Marina No. 5, señor Teniente Coronel I.M. Alfredo Persand Barnes, Teniente I.M. Tony Enrique Pastrana Contreras y el IMV Sixto Mármol Cueto. Ese fatídico día, los uniformados no salieron a buscar gloria ni mucho menos reconocimiento; salieron a cumplir con el deber más noble de un soldado: proteger la vida de los demás, incluso a costa de la propia. Y así lo hicieron, demostrando con su sacrificio que el uniforme de la Infantería de Marina se viste con honor, se defiende con coraje y, cuando es necesario, se entrega hasta el último aliento.
Memoria viva y actos conmemorativos

Hoy, bajo el mando del señor Teniente Coronel de Infantería de Marina Yerly Alexander Carreño Landazábal, el Batallón No. 14 prepara para el próximo viernes 22 de agosto actos conmemorativos cargados de solemnidad y significado: una liturgia en honor a los caídos, una ofrenda floral, el recorrido por el Hall de los Héroes y un encuentro con las familias de quienes hace tres décadas entregaron su vida por la seguridad y la libertad. No se trata de una ceremonia más; es un testimonio de gratitud, de respeto y de compromiso con la memoria de quienes no pueden ser olvidados.
La misión de esta sección, “Héroes en la Memoria”, ha sido y seguirá siendo clara: impedir que la memoria, la vida, la obra y el legado de nuestros héroes se desvanezcan con el paso de los años. Nuestra labor es rescatar del olvido esas páginas de sacrificio que escribieron soldados, infantes de marina y policías, para que las nuevas generaciones comprendan que la paz y la seguridad que hoy disfrutamos en muchos rincones del país fueron posibles gracias a la sangre derramada por ellos.
Cada uno de esos héroes caídos en El Salado tiene una historia, un rostro, una familia, un sueño; algunos eran padres de hijos pequeños, otros muchachos recién llegados a la institución, todos unidos por un mismo juramento: defender la patria hasta las últimas consecuencias. La crueldad de las FARC truncó sus vidas, pero no pudo destruir el ejemplo que dejaron. Desde 724 Noticias, en especial en esta sección, nos encargaremos de contárselas.
Legado que perdura

El filósofo inglés Thomas Carlyle escribió: “La historia del mundo no es más que la biografía de los grandes hombres”. Y en nuestra historia nacional, los hombres que aquel 28 de agosto de 1995 ofrendaron su vida en El Salado se inscribieron con letras indelebles como parte de los grandes, porque no se necesita conquistar reinos ni levantar monumentos para ser eterno; basta con haber cumplido con honor el deber frente a la patria.
Este año, además de los actos conmemorativos, se dará un paso especial en ese propósito de preservar la memoria: la designación por parte de la Armada Nacional del cerro La Pita (base militar y puesto de antenas de comunicaciones) con el nombre del Cabo Segundo de Infantería de Marina Sixto Mármol Cueto, como un tributo a su valor y como símbolo de permanencia. Desde la geografía misma, su nombre quedará grabado para siempre, recordándonos que cada montaña, cada río y cada palmo de tierra libre en Colombia está impregnado del sacrificio de nuestros héroes.
Como miembro de la reserva del Ejército Nacional y director de esta sección, escribo estas líneas con respeto institucional y con el corazón en la mano. Recordar a nuestros héroes caídos no constituye un acto protocolario, sino un deber moral. Cada madre, hijo o hermano que llora a uno de estos héroes merece saber que el país no les olvidará jamás.
Treinta años después, la herida sigue abierta, pero también lo está la gratitud de una nación que reconoce en ellos lo mejor de sí misma. A quienes hoy portan el uniforme, esta conmemoración les recuerda que su misión no es en vano; que, aunque el sacrificio sea grande, la patria siempre sabrá honrar a sus mejores hijos.
Y a las familias de los caídos, que una vez más reviven el dolor conmemorando este aniversario, solo puedo decirles que su sacrificio no fue en vano, que sus seres queridos no murieron, sino que se multiplicaron en ejemplo, en valor y en memoria. Porque como bien lo enseña la Escritura en el Evangelio de Juan 15:13: “Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos”.
Ese amor, el de entregar la vida por la patria y por los demás, es el que nos convoca hoy a seguir diciendo con orgullo: ¡Gloria eterna a los héroes del Batallón de Infantería de Marina No. 5, hoy No. 14! Sigan a partir de hoy estas historias reales de nuestros héroes caídos…
LA VENTANA DEL VETERANO
Columna por Silverio Jose Herrera Caraballo.








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