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Foto del escritorLa Reacción Prensa

UN DIA QUE NO QUISIERA RECORDAR, 1 NOV 1998 LA TOMA DE MITU

Luis Mendieta Ovalle

Inicio este escrito recordando a “primo levi en su libro Trilogía de Auschwitz”. “recordar duele”, “quien ha sido víctima tiende a rechazar el recuerdo para no renovar el dolor”. 


EL 1 de noviembre de 1998 en Mitú, capital de Vaupés, los criminales de guerra y criminales de lesa humanidad integrantes de las Farc, atacaron la población y a la Policía Nacional, arrasando sin ninguna contemplación o misericordia vidas, bienes, construcciones, vehículos y comercio, es decir prácticamente Mitú quedó destruida. 


Ese día, la toma de mitu, aproximadamente 2.000 integrantes de ese grupo criminal terrorista, utilizando armas no convencionales, cilindros bomba, armamento pesado como bazucas, rockets, tatucos, lanzadores múltiples de granadas, explosivos plásticos que causan gran daño, ametralladoras, granadas de fusil, de mano, fusiles y productos químicos  destruyeron varias cuadras y manzanas alrededor del comando de Policía, causaron incendios en las instalaciones y en los alrededores, el asesinato de 17 integrantes de la Policía Nacional, 5 de ellos continúan como desaparecidos ya que al parecer quedaron desintegrados e incinerados.


De la población civil, sacaron de sus residencias, según los informes posteriores a 14 personas, la mayoría fueron puestas de rodillas y fusiladas. En la retoma de Mitú durante los días siguientes, fueron asesinados otros 18 integrantes de la fuerza pública. 


Desde esa fecha se inició un periodo de casi doce años de secuestro y el crimen de guerra, toma de rehenes, causado por este grupo terrorista. No deja de sorprenderme la indiferencia que ha quedado en la mente de los colombianos dados a olvidar, porque mañana se cumplen 26 años de ese crimen contra la humanidad y seguramente ya no se recordará en los medios de comunicación, o se efectuará algún evento para que en la memoria colectiva esos hechos no se vuelvan a repetir. Por el contrario, es como si todas las instituciones desde el gobierno central bajo la infame sombra de la justicia transicional, se propusieran que estos execrables hechos pasen al olvido con la complicidad de todos sus actores. 


En los días siguientes al 1 de noviembre de 1998 que fuimos convertidos en secuestrados y rehenes y como en ese momento habían operaciones militares que nos buscaban, los integrantes de las Farc nos manifestaron que, según las órdenes que tenían, la instrucción era que si había una operación de rescate seriamos ejecutados, incluso durante todos los días, meses y años que seguimos sobreviviendo a los tratos crueles, inhumanos, degradantes y torturas dentro de las jaulas de concentración, la consigna permanente que tenían quienes se encargaban de nuestra custodia era, que si alguno de nosotros intentaba escapar sería fusilado, que si se producía un intento de rescate por parte de la fuerza pública seriamos ejecutados.


En nuestro inimaginable e indecible sufrimiento las 24 horas del día, los terroristas tenían sus fusiles cargados y listos para dispararnos, tanto que en muchas oportunidades recuerdo que a los guardias se les disparaban los fusiles hacia nosotros, también, en muchas oportunidades los guardias tenían granadas las cuales tomaban en las manos y hacían el ademán de lanzamiento sobre nosotros seguido de la voz "boom".


Recuerdo que de noche escuchábamos los  disparos y las explosiones de las minas trampa que instalaban en los alrededores de las jaulas para evitar las fugas. En mis palabras estábamos en un “corredor de la muerte” y así  estuve las 24 horas durante los casi 12 años de este macabro plan, ordenado por los firmantes del acuerdo y ejecutado por los integrantes de las Farc.


Hoy me sorprendo por esa protección burocrática que se da a los victimarios con toda clase de prebendas que se les otorgaron desde incluso antes de la firma del mal llamado acuerdo de paz y también en el proceso con el presidente Pastrana en la zona de distensión.   

Ya hemos pasado por la fiscalía, por justicia y paz, por la JEP y todavía no hay claridad ni responsables individuales de los crímenes atroces cometidos : ¿Porqué ocurrió ? ¿Cómo ocurrió? ¿Porqué las víctimas? ¿Cuál fue el papel de cada uno? ¿Quiénes son los responsables?


No sabemos qué va a ser más importante a futuro, si la deshumanización de las víctimas del conflicto, o la humanización de los victimarios a través del proceso de justicia transicional. He participado en la JEP, pero en la audiencia con los máximos responsables a pesar de las tutelas se me excluyó de ese derecho. En audiencia con victimarios mandos medios presentes a través de los medios virtuales, se observó las diferencias en el procedimiento, se les garantizó que no estuvieran de cuerpo presente como sí se ha hecho con las víctimas y con los responsables de otros delitos.


A los integrantes de las FARC les digo, que el diccionario de la lengua española no tiene palabras de cómo llamarlos, tampoco la legislación nacional e internacional, incluso las máximas ordinarieces son cortas para definir cómo los deberíamos llamar. Y eso se debe a sus procederes, a sus actuaciones individuales, a esa ausencia de humanidad característica de los criminales.


Es cierto que a pesar de sus crueldades somos sobrevivientes, que por supuesto hoy no estamos recordando esta fecha para recibir testimonios que justifiquen su comportamiento, por el contrario sabemos qué ocurrió durante ese tiempo, ustedes fueron muy cuidadosos para que en nuestra memoria y en la de nuestras familias quedaran los recuerdos y las secuelas del Secuestro y de la toma de rehenes.


 ¿A quién le va a interesar el presente artículo ? ¿Cuáles son nuestros lectores ? ¿Será que el pueblo seguirá indiferente? Y creo que así será. Porque a los máximos determinadores los vemos en el congreso de la República, en diferentes instituciones del Estado y ahora en el ejecutivo, pareciera y como creo fue la esencia del proceso de paz, los victimarios son los principales actores, y las víctimas aparentemente tenidas en cuenta para validar el proceso de paz que serán eternamente excluidas de lo que han reclamado durante años: verdad, justicia, reparación y garantías de no repetición.¿ Quiénes son los culpables para que 26 años después estemos en el mismo bucle de violencia ? No hay respuestas. 


Se me ocurre que la masificación de la violencia está directamente relacionada con la ausencia de justicia. Pensaría que el proceso del Caguán fue de las mentiras y ¿porqué digo esto? acaso en ese sitio no se dieron cuenta de las jaulas de concentración que fueron documentadas y filmadas como mensaje de terror por parte de las Farc y ¿quién se pronunció para que eso no sucediera?, creo que todos los participantes en el Caguán se hicieron los de la vista gorda, no veían, no escuchaban, eran más importante los festejos y los espectáculos que efectuaban en contubernio y diría de complicidad, mientras nosotros estábamos enjaulados y encadenados.


La literatura enseña que los campos de concentración Nazis de la Segunda Guerra Mundial  no volverían a ocurrir, pero qué sorpresa, sucedieron en Colombia gracias a la doctrina de los  terroristas de las Farc, y es que en ese entonces los dirigentes, le  repetían a nuestros  familiares que no hicieran nada porque se ponía en peligro el proceso de paz. 


Posteriormente en el proceso del presidente Santos ya conocemos los resultados, más víctimas ocasionadas por las Farc, excluidas, todos los privilegios y beneficios para el secretariado de las Farc. En ese entonces las FARC lanzaron toda una ofensiva por diferentes medios contra las víctimas de la fuerza pública y especialmente contra mí para evitar que se me reconociera como víctima y para que no asistiera a La Habana. Una actitud totalmente revictimizante. Por lo tanto ¿qué esperar de la JEP ? Pareciera que ese tribunal no tuviera los mecanismos jurídicos para beneficiar a las víctimas, por el contrario han hecho pronunciamientos para beneficiar a lo victimarios.


Pero es que desde hace más  de 26  años se han vulnerado nuestros derechos sin que nadie haga nada a  pesar de los distintos mecanismos jurídicos de nuestra constitución política,  pareciera  que la justicia no funciona cuando se trata de víctimas causadas por las Farc.


Hagamos un recuento, desde el primer día de nuestro sufrimiento, la ausencia del derecho a la dignidad humana estuvo presente en nuestras vidas, omitiendo las conductas de los criminales y las vejaciones intrínsecas de los crímenes de guerra, podría señalar que los derechos fundamentales como la asignación o salario de un policía no fueron respetados, si consultan los registros encontrarán eliminación de primas, vulneración de la antigüedad, ausencia de honores y muchos atropellos más.


Las Farc destruyeron los  bienes que teníamos en las instalaciones policiales y lo que quedó se lo robaron, pasado el tiempo, se aprovecharon de nuestras familias, fueron extorsionadas con el argumento de liberación, muchos vendieron sus propiedades para viajar al Caguán, otros perdieron sus empleos, otros enfermaron y otros murieron, además nuestra familias llevaban al Caguán elementos, ropas, alimentos, medicinas y muchas cosas más porque las FARC decían que nos la entregarían ¿ pero qué pasó ? se las robaron.


Mi pregunta a la JEP y a los integrantes de las FARC es : ¿cuándo y cómo van a reparar? Acaso no causaron daños materiales e inmateriales?.


Voy a ser directo con este escrito, para referirme a los integrantes de los diferentes organismos de justicia como también con aquellas personas que trabajan en los temas de paz del estado. Como ustedes no han sido afectados ni en su vida, ni en su libertad, ni en su dignidad, ni en sus beneficios económicos, ni han tenido que soportar cadenas, ni han estado enjaulados, ni sometidos a una ejecución inmediata, y jamás escucharán qué es ser víctima de un crimen internacional como el que he vivido, pues en nada les interesa lo que les sucedió a las víctimas causadas por las Farc.


En el proceso de paz de Santos hicimos presencia en el congreso para insistir en nuestra participación en las curules para las víctimas, en la JEP, en la comisión de la verdad, en la unidad de búsqueda de desaparecidos y en la unidad de protección buscando un espacio para protección de las víctimas, pero todo eso fue negado por el congreso e instituciones, de rescatar que insistimos en la presencia de la procuraduría en la JEP porque también se quería excluir esa institución. 


Se ha dicho que se conformó una mesa técnica en el ministerio de defensa para atención de las victimas ¿pero de qué ha servido? de nada porque recuerdo años atrás cuando se planteó este tema de atención y el ministerio de defensa le pasaba la pelota a la unidad de víctimas y esta le devolvía la pelota al ministerio de defensa, por supuesto cada una de las entidades cuida su presupuesto y no le interesa en lo más mínimo destinar recursos cuando se trata de víctimas de la fuerza pública.


Se habla ahora de los veteranos, norma que se creó sin dientes es decir sin presupuesto entonces cómo atender a las víctimas. La misma corte constitucional habla en sus sentencias de un régimen especial de la fuerza pública que en la realidad lo que hace es vulnerar los derechos especialmente cuando se trata de daños materiales, morales, de la vida de relación, es decir por servir a la patria al estado y a la sociedad se pierden una cantidad de beneficios y derechos. 


Las FARC en la búsqueda de un canje, generaron la barbarie, la tortura física y psicológica y el más alto grado de sufrimiento de las víctimas y sus familias indefinidamente.  Además  el olvido y la desidia institucional del Estado era la constante que perduraba en el tiempo y no permitía el respeto y garantía de los derechos que se supone la constitución debía entregar a quienes sufrían ese horror.


El ejemplo más claro es que, transcurridos 9 años enjaulado y sometido a sufrimientos indecibles, gracias al trabajo de mi familia se logró con base al principio de igualdad, que los cautivos accedieran a las dignidades - ascensos- a que tenían derecho en el escalafón policial y militar, pues nadie entendía cómo era posible que mientras las personas se encontraban en libertad, disfrutando de la vida y sus familias, mejorando en su nivel y calidad de vida con todos y cada uno de los derechos que los hace vivir en sociedad, los rehenes no teníamos derecho a nada y sobrevivíamos las 24 horas del día a los sufrimientos, éramos olvidados por la sociedad, el Estado y la Justicia. 


Sin embargo hoy nos agobia a pesar de los 26 años de la exclusión de la sociedad con los secuestrados y rehenes, la calificación en nuestros conversatorios de sí no estamos locos, o que si sufrimos del “síndrome de Estocolmo” o como me han dicho varios personajes de la vida nacional “al menos está vivo” una gran ofensa como si no tuviéramos más derecho que ese. 


Hoy en calidad de víctima del conflicto armado colombiano y junto a mi familia hemos aportado nuestra memoria o relato de los acontecimientos del caso 01 de la JEP para demostrar que en Colombia se cometieron una multiplicidad de crímenes internacionales; la toma de rehenes como crimen de guerra y delitos de lesa humanidad como las torturas, esclavitud y asesinatos entre otros. 


En ese orden de ideas, y tras recordar once años siete meses trece días y 19 horas de incontables tratos crueles e inhumanos vividos por los llamados "secuestrados" y/o rehenes y sus familias, nos preguntamos cómo definir en una sola palabra el sentimiento producido por el crimen del que fuimos víctimas a manos de las vigentes y extintas Farc, siendo nuestra respuesta CRUELDAD,TERROR y TORTURA.


Es espeluznante saber, como los individuos que ordenaron los delitos y que establecieron las jaulas de concentración, participan y llenan de contenido la ley que regula las relaciones de lo colombianos. Sorprende cómo el fenómeno de la banalidad de mal se expresa por su conformidad a las reglas sociales, obediencia a la ley del acuerdo y eficiencia de la nueva organización.


Hace unos años la comisión internacional de juristas en su informe de la JEP manifestaba “ la JEP debe avanzar en la adopción de acciones concretas para fortalecer la participación efectiva de las víctimas en sus procedimientos, así como garantizar su derecho a la justicia y a la reparación integral conforme a los estándares internacionales”. También decía: “las reparaciones por violaciones a los derechos humanos, especialmente cuando se configuran crímenes Internacionales, son esenciales para proteger y garantizar los derechos de las víctimas. En ese sentido se ha reconocido la reparación como un principio general del derecho internacional de carácter consuetudinario, por ello, las reparaciones son un corolario inseparable de las violaciones de derechos humanos”.


Por último en el tema de la reparación en la jurisprudencia de la corte IDH se ha establecido la restitución como único mecanismo de reparación, ha establecido que debe ir acompañado de otras formas pecuniarias o no pecuniarias ya que la violación de un derecho humano hace presumir un sufrimiento que debe ser compensado por el infractor del daño. La restitución debe ser acompañado de otras medidas de reparación por cuanto el sufrimiento de un ser humano físico y psicológico jamás podrá ser restituido a su estado anterior. Son: Indemnización, rehabilitación, satisfacción, garantías de no repetición y proyecto de vida. Las medidas de reparación son indispensables para lograr procesos de reconstrucción histórica y reconciliación.


El jurista español Chinchón Álvarez manifestó en un escrito : “Es peor la impunidad que el crimen en sí mismo” espero que eso no vaya a ocurrir. Y el filósofo español Javier de Goicochea dice : “la víctima detiene el tiempo” cuánto tiempo más tendremos que esperar para que se reconozcan nuestros derechos? Gracias por su atención.


Columna de Opinión

MG. PONAL  ® Luis Herlindo  Mendieta Ovalle

Sección: "La Ventana del Veterano y la Reserva Activa".

LA REACCION PRENSA

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